UNA PREGUNTA URGENTE PARA LOS PARTIDOS POLÍTICOS EN BOLIVIA
Columna de opinión | Andrea Reynols
Mientras los discursos políticos se llenan de promesas sobre empleo, crecimiento económico y desarrollo, poco o nada se escucha sobre la protección del medio ambiente. Y no porque no sea importante, sino porque, para muchos candidatos que aspiran a gobernar Bolivia, este tema parece ser prescindible, secundario o simplemente incómodo.
Un claro ejemplo es el drama de los incendios forestales. Desde 2019, Bolivia ha visto cómo el fuego arrasa con miles de hectáreas, especialmente en Santa Cruz, Beni y Pando. Estos incendios no son casuales: son el resultado de políticas permisivas, normas contradictorias y una visión extractivista que prioriza la expansión de la frontera agrícola por encima del equilibrio ecológico.
Lo más grave ocurre después, cuando el humo invade nuestras ciudades y comunidades. Las consecuencias son inmediatas: niños sin clases, adultos mayores con problemas respiratorios, animales desplazados o muertos, y pueblos indígenas viendo arder su territorio, su cultura y su vida.
Pero esto no termina ahí. La caza furtiva, la minería ilegal, el avasallamiento de áreas protegidas y la falta de consulta a pueblos indígenas son parte de un modelo que sigue avanzando sin freno.
¿Dónde están las respuestas? ¿Dónde está la justicia?
La crisis ambiental que enfrentamos no es sólo ecológica. Es jurídica, política y profundamente ética. Bolivia ha dado pasos importantes como reconocer los Derechos de la Madre Tierra (Ley 071) o promulgar la Ley Marco de la Madre Tierra y el Desarrollo Integral para Vivir Bien. Sin embargo, en la práctica, estas leyes carecen de dientes: no se aplican, no se fiscalizan, no se sancionan.
Las autoridades ambientales trabajan con recursos escasos y sin respaldo político. Y mientras tanto, los delitos ambientales quedan impunes, los derechos de la naturaleza se vulneran, y el acceso a la justicia ambiental es casi inexistente.
Por eso, esta columna no solo es una denuncia, sino también un llamado a los partidos políticos, que deberían tener propuestas ambientales claras y concretas. No más slogans vacíos. Queremos saber:
- ¿Qué harán para frenar la deforestación?
- ¿Qué proponen para proteger la Amazonía?
- ¿Cómo fortalecerán el control ambiental?
- ¿Cumplirán la consulta previa con los pueblos indígenas?
Porque sin medio ambiente, no hay economía. No hay salud. No hay país.
Y sin una visión ambiental clara, no hay futuro.
Este año, como los anteriores, los incendios volverán. El cielo volverá a teñirse de gris ¿Seguiremos votando por la indiferencia? ¿Elegiremos humo o futuro?
Bolivia no puede sostener su desarrollo sobre cenizas. Es hora de cambiar eso. Y la primera decisión empieza contigo en las urnas.