Si bien el bosque natural y la plantación forestal son áreas boscosas, existen diferencias entre ambos dentro de los servicios y funciones ambientales que cumplen.
Los bosques naturales son aquellos que no han sido intervenidos significativamente por el humano, ya que el ecosistema y sus procesos biológicos no han sido perturbados. Este bosque es una comunidad de árboles, arbustos, hierbas, insectos, aves y muchas otras formas de vida, que llevan años interactuando entre sí. Es decir, un bosque es un sistema ecológico que a pesar de tener en mayor porcentaje árboles y otra vegetación leñosa, es mucho más que solo una comunidad de estas plantas.
Las plantaciones forestales son intervenidas por el humano a través de procesos de reforestación, cambiando su estructura y su funcionamiento. Por lo que, llegan a ser áreas boscosas simétricas, teniendo distancias casi exactas entre los árboles. Entonces, este conjunto de árboles no constituyen un bosque como tal, especialmente si se trata de árboles plantados con fin productivo para la obtención de madera, frutos u otros productos. Sin embargo, existen algunas plantaciones que se asemejan a un bosque cuando son con más de una especie nativa, ya que existe una mayor interacción entre los organismos que las componen.
Fuente: INFOR
Viendo desde el lado productivo maderable, las plantaciones forestales son mejores que los bosques ya que el volumen de madera que se puede obtener es mayor. Además, si estas se gestionan bien, permitirían que otras áreas forestales se destinen a la conservación y protección. Por otro lado, en el aspecto ambiental, las plantaciones forestales no podrían proporcionar varios de los servicios que los bosques nativos si, en especial cuando son plantaciones monoespecíficas con especies exóticas.
Los bosques nativos son fundamentales dentro del ciclo del carbono, ya que contribuyen a su captura y almacenamiento, y su eliminación conlleva un incremento de los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera. Siendo cuarenta veces más eficientes que las plantaciones forestales para almacenar CO2. Además de contribuir a la reducción del incremento de la temperatura media en el planeta.
También proporcionan estabilidad a los ríos frente a la erosión, y sirven de apoyo como filtro, eliminando del agua subterránea una parte muy importante de los contaminantes que pueden estar presentes, evitando que éstos pasen al agua de los ríos. Además, se evidenció que la sustitución de bosque nativo por plantaciones exóticas ocasionó la disminución del rendimiento hídrico de una cuenca entre 50-60%. Este dato puede ser variable, ya que depende también de factores externos y del contexto de la región.
De igual manera, los bosques nativos pueden proporcionar soporte frente a catástrofes, ya que tienen la capacidad para reducir la fuerza de los vientos, maremotos e inundaciones.
Para la restauración de bosques nativos deben considerarse todos los factores que confluyen, como la conservación de microcuencas, agua, suelo, flora y fauna, además de tomar en cuenta la participación de todos los actores y de las partes interesadas. Este enfoque es vital para revertir los efectos de la deforestación y de la degradación de la Tierra. Por lo tanto, se requiere tomar medidas urgentes para controlar la deforestación a escala nacional y global de manera estricta buscando alternativas como las plantaciones forestales con previa evaluación de la zona y otros factores importantes.
Serranìa de Incahuasi, Bolivia. Fuente: Museo de Historia Natural Noel Kempff Mercado
Fuente: Observatorio Boliviano de Cambio Climàtico y Desarrollo