La tradición minera en Bolivia se remonta desde los tiempos precolombinos, pasando por la explotación que vivieron nuestros pueblos en el tiempo de la colonia, por lo cual está completamente arraigada en la cultura de nuestros pueblos. Esto explica que actualmente sea la segunda fuente de ingresos de Bolivia, solo detrás del gas, generando una ingente cantidad de empleos dentro del país.
Ahora, desde una visión crítica, podemos decir que es una actividad extractiva con un alto impacto ambiental para Bolivia. Muchas de las empresas mineras no tienen la regulación ambiental correspondiente por lo cual no contemplan medidas ambientales para mitigar los efectos de sus actividades. Por otra parte, el control y monitoreo de estas se hace complicado por la distancia a la que se suelen encontrar las minas de los centros poblados. Esta suma de factores hace posible que se den desastres ambientales por la actividad minera las cuales no solo afectan al sector como tal, sino que tienen una repercusión en un área proporcional al daño.
Muchos de estos se dieron y se están dando a lo largo de todo el territorio nacional. En muchos casos no tienen el nivel de repercusión que deberían al considerarse un daño colateral de la misma actividad minera, sin embargo, estas situaciones se deben a la falta de conciencia y acción ambiental del sector minero, desde el nivel privado, con las cooperativas y federaciones mineras, hasta el nivel público, con el Ministerio de Medio Ambiente y Agua y otras autoridades sectoriales competentes.
CASOS DE DESASTRES AMBIENTALES
Balsas utilizadas para el dragado del río Madre de Dios
Fuente: CEJIS
Imagen satelital del sitio de derrame de colas
Fuente: Asociación de Ingenieros Ambientales La Paz
La contaminación por la minería no es algo ajeno a la realidad nacional, por el contrario, es algo con lo que incluso se convive en algunas poblaciones. No solo viene de su etapa de operación, sino que continúa en forma de pasivos ambientales, como son los campamentos abandonados, causando un daño aún mayor que la mayoría de los sectores productivos del país.
El aporte de la minería a la economía del país debería hacernos reflexionar sobre el rumbo que estamos tomando para llegar a la sostenibilidad. Por supuesto, tenemos dos caminos: el continuar generando ingresos contaminando y deteriorando nuestra salud o generando excedentes precautelando la salud humana, animal y ambiental, que aseguraría la sostenibilidad de los ingresos a nivel local, regional y global. Debemos considerar que los impactos sin una adecuada medida de mitigación generarán un daño mayor a dar solución que, a la larga, nos costará mucho más.
El camino a un desarrollo sostenible debe ser apoyado por cada uno de los sectores de la sociedad. Por mucho que señalemos a la minería u otra actividad como las más contaminantes, lo cierto es que solo es una manera más que se tiene para ganarse el pan de cada día. Con el apoyo y las estrategias adecuadas podemos llegar a evitar la contaminación a nuestra madre tierra sin comprometer los ecosistemas, la salud, la economía y el medio ambiente de nadie.
Fuente:
Aparicio, M. (2010). Los riesgos de la contaminación minera y su impacto en los niños. [PDF]http://scielo.org.bo/pdf/rbcst/v12n27/v12n27a05.pdf.
Asociación de Ingenieros Ambientales La Paz. (2022). Revisión de los resultados de estudios del río Pilcomayo por derrame de dique de colas de FEDECOMIN presentado por la Autoridad Ambiental Competente Nacional. [PDF] bit.ly/diquepotosi
Los Tiempos. (2021). La contaminación minera devasta lo que queda del lago Poopó en Bolivia. https://www.elsaltodiario.com/mineria/la-contaminacion-minera-devasta-metales-lago-poopo-bolivia.
Mongabay. (2022). Bolivia: estudio revela que 180 balsas mineras liberan al mes 259 kilos de mercurio en el río Madre de Dios. https://es.mongabay.com/2022/10/estudio-revela-que-balsas-mineras-liberan-mercurio-en-el-rio-madre-de-dios-en-bolivia/.