LOS DESASTRES AMBIENTALES POR LA MINERÍA EN BOLIVIA

La tradición minera en Bolivia se remonta desde los tiempos precolombinos, pasando por la explotación que vivieron nuestros pueblos en el tiempo de la colonia, por lo cual está completamente arraigada en la cultura de nuestros pueblos. Esto explica que actualmente sea la segunda fuente de ingresos de Bolivia, solo detrás del gas, generando una ingente cantidad de empleos dentro del país.

Ahora, desde una visión crítica, podemos decir que es una actividad extractiva con un alto impacto ambiental para Bolivia. Muchas de las empresas mineras no tienen la regulación ambiental correspondiente por lo cual no contemplan medidas ambientales para mitigar los efectos de sus actividades. Por otra parte, el control y monitoreo de estas se hace complicado por la distancia a la que se suelen encontrar las minas de los centros poblados. Esta suma de factores hace posible que se den desastres ambientales por la actividad minera las cuales no solo afectan al sector como tal, sino que tienen una repercusión en un área proporcional al daño.

Muchos de estos se dieron y se están dando a lo largo de todo el territorio nacional. En muchos casos no tienen el nivel de repercusión que deberían al considerarse un daño colateral de la misma actividad minera, sin embargo, estas situaciones se deben a la falta de conciencia y acción ambiental del sector minero, desde el nivel privado, con las cooperativas y federaciones mineras, hasta el nivel público, con el Ministerio de Medio Ambiente y Agua y otras autoridades sectoriales competentes.

CASOS DE DESASTRES AMBIENTALES

  • Mercurio en el río Madre de Dios: el Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social realizó el estudio durante un mes, entre agosto y septiembre de 2021, registrando 180 dragas en el cuerpo de agua. Se presume que 166 de estas operan de manera ilegal al encontrarse fuera de las zonas permitidas. La cantidad aproximada de mercurio residual que se pudo haber dejado es de 259 kilogramos en el aire y en el agua. Así mismo, se encuentran otras sustancias como aceites que suelen usar las balsas para sus motores. El efecto altamente tóxico del mercurio afecta tanto a la flora y fauna, teniendo un efecto bioacumulativo por el cual llega a poblaciones humanas en dosis altas. Otros efectos del dragado del río se deben a la remoción del fondo del río para la extracción del oro, generando pozos y remolinos que se convierten en trampas mortales para peces y otros animales acuáticos. El levantamiento de sólidos suspendidos en las aguas del río dificulta el crecimiento de plantas acuáticas que sirven de alimento para los peces, esto genera situaciones de estrés a las que las poblaciones acuáticas no están acostumbradas haciendo que se encuentren más vulnerables.

Balsas utilizadas para el dragado del río Madre de Dios

Fuente: CEJIS

  • El aporte a la sequía del lago Poopó: este Humedal de Importancia Internacional bajo la Convención Ramsar, se encuentra en la cuenca de su mismo nombre que a su vez es blanco de la explotación de zinc, plomo, estaño y plata. Las empresas situadas en la cuenca desvían los ríos que nutren el lago para utilizar su agua en sus actividades, convirtiéndola en un mero recurso minero. Esta situación hizo que un lago que supera los 2.300 kilómetros cuadrados quede como humedales dispersos en el desierto del altiplánico.
  • Derrame de dique de colas de FEDECOMIN: el mes de julio de 2022 se produjo el colapso del dique de colas de FEDECOMIN en la comunidad de Agua Dulce, específicamente en la quebrada Jayac Mayu, lo que derivó en el derrame de colas de 13.000 m3 de residuos mineros. El informe de la Autoridad Ambiental Competente indicó que no se habría dado contaminación en el río Pilcomayo, sin embargo, este contó con muchas observaciones como ser: el no medir la magnitud del impacto en al área y solo justificar su llegada al río Pilcomayo, la medición de parámetros insuficientes para concluir la no afectación a ecosistemas acuáticos, la desestimación del efecto acumulativo del mercurio en peces que pueden llegar a ser consumidos por las poblaciones aledañas, presencia de sedimentos con metales pesados cuyo efecto se agrava en época de lluvias y el desconocimiento de la licencia ambiental y del cumplimiento de requisitos mínimos para el emplazamiento del dique.

Imagen satelital del sitio de derrame de colas

Fuente: Asociación de Ingenieros Ambientales La Paz

  • El ex campamento minero San José: en un estudio llevado a cabo el 2010 en este ex campamento, ahora ubicado en el barrio San José de Oruro, se buscaron indicios de contaminación minera por metales pesados en el campamento abandonado en ese momento. Se pudo concluir que existe evidencia de neurotoxicidad en niños de 6 a 8 años que viven en la zona de San José de Oruro como producto de la contaminación minera. Así mismo, se determinó que el área de estudio está altamente contaminada, el ecosistema muy deteriorado y que existe evidencia de daño estructural. Los principales efectos neurotóxicos de la exposición infantil a niveles incrementados de plomo son: déficit de atención, problemas de memoria tanto a corto como a largo plazo, disminución del rendimiento cognitivo; compatibles con exposición crónica a bajas dosis de metales, que afectan el lenguaje, la atención y la memoria; la exposición al cadmio produce trastornos de hiperactividad, alteraciones de la capacidad verbal y disminución del coeficiente intelectual.

La contaminación por la minería no es algo ajeno a la realidad nacional, por el contrario, es algo con lo que incluso se convive en algunas poblaciones. No solo viene de su etapa de operación, sino que continúa en forma de pasivos ambientales, como son los campamentos abandonados, causando un daño aún mayor que la mayoría de los sectores productivos del país.

El aporte de la minería a la economía del país debería hacernos reflexionar sobre el rumbo que estamos tomando para llegar a la sostenibilidad. Por supuesto, tenemos dos caminos: el continuar generando ingresos contaminando y deteriorando nuestra salud o generando excedentes precautelando la salud humana, animal y ambiental, que aseguraría la sostenibilidad de los ingresos a nivel local, regional y global. Debemos considerar que los impactos sin una adecuada medida de mitigación generarán un daño mayor a dar solución que, a la larga, nos costará mucho más.

El camino a un desarrollo sostenible debe ser apoyado por cada uno de los sectores de la sociedad. Por mucho que señalemos a la minería u otra actividad como las más contaminantes, lo cierto es que solo es una manera más que se tiene para ganarse el pan de cada día. Con el apoyo y las estrategias adecuadas podemos llegar a evitar la contaminación a nuestra madre tierra sin comprometer los ecosistemas, la salud, la economía y el medio ambiente de nadie.

Fuente:

Aparicio, M. (2010). Los riesgos de la contaminación minera y su impacto en los niños. [PDF]http://scielo.org.bo/pdf/rbcst/v12n27/v12n27a05.pdf.

Asociación de Ingenieros Ambientales La Paz. (2022). Revisión de los resultados de estudios del río Pilcomayo por derrame de dique de colas de FEDECOMIN presentado por la Autoridad Ambiental Competente Nacional. [PDF] bit.ly/diquepotosi

Los Tiempos. (2021). La contaminación minera devasta lo que queda del lago Poopó en Bolivia. https://www.elsaltodiario.com/mineria/la-contaminacion-minera-devasta-metales-lago-poopo-bolivia.

Mongabay. (2022). Bolivia: estudio revela que 180 balsas mineras liberan al mes 259 kilos de mercurio en el río Madre de Dios. https://es.mongabay.com/2022/10/estudio-revela-que-balsas-mineras-liberan-mercurio-en-el-rio-madre-de-dios-en-bolivia/.

Por: Daniel Huarina
BAJO MI SOMBRERO VERDE




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