La caza de furtiva de animales
El negocio de la caza furtiva de animales mueve millones de dólares en el mundo y da comida y medios a miles de personas en todo el planeta, pero también amenaza gravemente la vida de millones de especies y el equilibrio de sus ecosistemas, entre otros problemas. Una de las causas, y la mas importante es:
Se trafica sobre todo con monos, víboras, tortugas, iguanas, caimanes o aves (principalmente loros). Los loros, se venden vivos como animal de compañía al público o para zoológicos, zonas de reserva de fauna o circos con animales. En cambio las iguanas, y otras especies se venden muertas para la elaboración de zapatos o carteras con sus pieles.
Moda de pieles
La caza y captura de animales silvestres para la explotación peletera es un método muy utilizado en la gestión de fauna silvestre y no tiene demasiado impacto ambiental. Existe un cupo muy restringido establecido por los gobiernos u organismos ecologistas estatales para mantener las poblaciones en niveles que representen un excelente estado de salud para el ecosistema. La venta de pieles de animales silvestres no solo proporciona
importantes ingresos para comunidades remotas o indígenas, sino que también ayuda en la gestión de los ecosistemas. Generalmente, utilizan todo el animal, y lo que no consumen como alimento lo devuelven al ecosistema para proporcionar comida para otras especies silvestres.
Los animales de granja consumen alimentos preparados con los restos de productos de la industria de la carne, pescado y lácteos, evitando así que estos desechos sean eliminados en el medio ambiente. Cuando los desechos de las granjas peleteras se administran correctamente, existen beneficios ambientales como la producción del biogás que reduce la demanda de combustibles fósiles y la producción de fertilizantes agrícolas que reemplazan a los fertilizantes elaborados con gran cantidad de energía.