FINANZAS SOSTENIBLES EN AMÉRICA LATINA: REFLEXIONES DE GEORGE GRAY MOLINA

Columna de Opinión

El IV Foro Internacional de Finanzas Sostenibles de Pacto Global, nos ha dejado importantes reflexiones sobre el estado actual y futuro de las finanzas sostenibles, y una de las más relevantes fue la de George Gray Molina, jefe de Crecimiento Inclusivo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). ). En su intervención, tocó un punto sensible y fundamental para la región: la necesidad de construir credibilidad y garantizar la adicionalidad en los proyectos sostenibles.

Es indiscutible que el avance de las finanzas sostenibles ha sido notable en los últimos años, superando el trillón de dólares en 2021. Sin embargo, Gray Molina subrayó una problemática latente: el greenwashing o etiquetado verde de proyectos que, en la práctica, no cumplen con los estándares ambientales y sociales. Esta falta de credibilidad ha frenado el crecimiento del mercado y pone en jaque la confianza de los inversores.

Como sociedad, debemos cuestionarnos: ¿Estamos realmente alineados con los principios de sostenibilidad o simplemente buscamos cumplir con etiquetas que «se vean bien» ante la opinión pública? La transparencia y la responsabilidad son esenciales para mantener la confianza en este tipo de financiamiento y evitar que el término “sostenible” se convierta en una simple herramienta de marketing.

Otro punto fundamental que abordó Gray Molina es la adicionalidad. No se trata solo de etiquetar proyectos ya existentes como «verdes» o «sociales», sino de crear una nueva cartera de proyectos que realmente generen valor añadido y promuevan un impacto positivo. En este sentido, América Latina tiene una gran oportunidad de diferenciar sus carteras y aprovechar su potencial en sectores como la protección de bosques, energías renovables e infraestructura sostenible.

Sin embargo, para lograr esto, necesitamos romper con la inercia y repensar el diseño y ejecución de los proyectos, asegurándonos de que estén alineados con los estándares internacionales, como los del International Sustainability Standards Board (ISSB).

Gray Molina también nos dejó una reflexión preocupante sobre el entorno macroeconómico global: la divergencia en los ritmos de crecimiento, el alto endeudamiento y la incertidumbre económica no son el escenario ideal para promover inversiones sostenibles. Pero, en lugar de ser una excusa para no actuar, esto debe ser un llamado a fortalecer nuestras capacidades institucionales y mejorar la calidad de nuestras carteras de inversión.

Para que América Latina pueda competir en el mercado global de finanzas sostenibles, es necesario adoptar estándares internacionales y preparar proyectos creíbles y alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Además, la región debe evitar caer en la trampa de los megaproyectos que absorben todo el financiamiento, y en su lugar, enfocarse en sectores estratégicos con potencial de crecimiento y sostenibilidad a largo plazo.

La Oportunidad de Liderar con Propósito

George Gray Molina nos recuerda que las finanzas sostenibles no son solo una moda pasajera, sino una oportunidad para transformar nuestra economía de manera inclusiva y ambientalmente responsable. Sin embargo, para lograrlo, necesitamos ser rigurosos en la construcción de credibilidad, asegurarnos de la adicionalidad de los proyectos y mantenernos alineados con los estándares internacionales .

En definitiva, el futuro de las finanzas sostenibles en América Latina depende de nuestra capacidad de actuar con responsabilidad, transparencia y visión de largo plazo. Es un camino que requiere de un esfuerzo conjunto, tanto del sector público como del privado, para generar el cambio que nuestra región necesita.

BONUS

Desde una perspectiva ambiental, y dando mi granito de arena, es esencial que la transición hacia las finanzas sostenibles esté acompañada de un enfoque auténtico en la conservación y el uso sostenible de los recursos naturales. La crisis climática y la pérdida de biodiversidad son problemas interconectados que requieren soluciones integrales y no meramente simbólicas. La búsqueda de credibilidad en las finanzas sostenibles no solo implica transparencia en la gestión de proyectos, sino también un compromiso genuino con la restauración y protección de nuestros ecosistemas.

América Latina, rica en biodiversidad y recursos naturales, tiene la oportunidad de convertirse en un líder en finanzas sostenibles, pero solo si se asegura de que los proyectos financiados no solo cumplan con los estándares formales, sino que también generen beneficios tangibles para el medio ambiente. Esto significa que los proyectos deben ser diseñados desde el inicio con un enfoque en la sostenibilidad ambiental, promoviendo la conservación de los ecosistemas y fomentando la resiliencia climática.

Además, el concepto de adicionalidad debe abarcar no solo la creación de nuevos proyectos, sino también la transformación de proyectos existentes hacia prácticas más sostenibles. Esto implica revisar y adaptar las iniciativas actuales para que generen un impacto ambiental positivo real. Así, las finanzas sostenibles en la región no deben limitarse a financiar proyectos que parezcan sostenibles a primera vista; Deben incentivar la innovación y la implementación de tecnologías que reduzcan la huella ecológica de las actividades económicas.

La construcción de credibilidad en el ámbito de las finanzas sostenibles, por lo tanto, requiere un enfoque que reconozca la interdependencia entre el bienestar social y la salud del medio ambiente. Esto implica involucrar a las comunidades locales en la toma de decisiones, asegurando que sus voces sean escuchadas y que los proyectos realmente aborden sus necesidades y aspiraciones. La participación activa de los grupos comunitarios no solo fortalecerá la credibilidad de los proyectos, sino que también garantizará que las propuestas sean culturalmente apropiadas y sostenibles a largo plazo.

 

Ing. Danitza Guzmán

CEO FUNDER / BAJO MI SOMBRERO VERDE

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